Yo creo que la honestidad está sobrevalorada.
Copies o
no copies en un examen, cuando salgas de la escuela y dejes de hacer exámenes,
te enfrentas a un mundo plagado de corrupción. Y sé que ese no es un argumento
válido para copiar –además de que el orgullo también pesa: nadie se quiere
sentir un tonto que necesita copiar-, pero es que tampoco me parece válido que
estudiemos y memoricemos datos y definiciones que al final del día olvidemos
(lo que viene en los exámenes es demasiado como para aprehender todo con un
aprendizaje realmente significativo que deje marca en nosotros).
Creo que es
importante ser honesto en los exámenes para mantener una buena opinión de
nosotros mismos. Si se copia, que sea por antojo y no por necesidad, que sea
por sentirnos un poquito rebeldes y no por miedo a reprobar la materia.
Por otro lado, me parece que también debería pensarse
una manera de construir exámenes para que contestarlos signifique disfrute. Por
ejemplo, los exámenes caseros en los que tengo que ejemplificar cosas me gustan
porque es una excusa para releer mis libros favoritos; o los exámenes en los
que la información debe ser aplicada, como si se tratara de una práctica del
mundo laboral.
Yo creo que la honestidad está sobrevalorada y he
copiado en muchos exámenes y un par de veces he tenido que pagar las
consecuencias. No por eso me siento menos inteligente o preparada, sólo han
sido pequeñas facilidades para sortear materias aburridas o evitar memorizar
información que no me interesa.